Añade el agua, la levadura y la sal en el tazón de una batidora eléctrica.
Agrega la harina y mezcla con la hoja de amasar, hasta obtener una masa húmeda y floja.
Pon la masa en un recipiente suficientemente grande para que puede crecer (casi triplicará su tamaño original), y cúbrela con papel film, teniendo cuidado de dejar un pequeño agujero para que la masa puedea "respirar" y los gases escapar.
Deja que la masa crezca por 2 horas a temperatura ambiente. Si no vas a hornear de inmediato, refrigera dejando siempre una abertura para que la masa siga “respirando”. La masa se puede conservar refrigerada hasta dos semanas.
Coloca una piedra de hornear pizza en la rejilla del medio del horno, y precaliéntala por lo menos 30 minutos a 450°F.
Cubre una bandeja de hornear con papel pergamino y espolvorea con la harina de maíz.
Espolvorea un poco de harina en las manos.
Toma un poco de la masa y dale forma a la hogaza.
Colócala en la bandeja y deja que la masa crezca unos 30 minutos.
Espolvorea un poco de harina sobre la hogaza y procede a cortar la superficie con un cuchillo. Los cortes pueden ser paralelos, en cruz o simulando cuadrados.
Coloca el papel pergamino son la hogaza de pan en la piedra de pizza caliente e inmediatamente coloca la bandeja para hornear en la rejilla inferior del horno.
Con cuidado, vierte 1 taza de agua fría en la bandeja.
Hornea por 25-30 minutos hasta la costra del pan esté dorada.
Retira los panes del horno y dejar enfriar en una rejilla.