Precalienta el horno a 350˚F.
Con una brocha, engrasa 8 moldecitos de porcelana y cúbrelos con la mezcla de harina y azúcar, cuidando de eliminar los excesos.
En un tazón mediano, con la ayuda de un batidor eléctrico, bate las claras de huevo a punto de nieve.
En un tazón grande, bate las yemas junto con el azúcar, por unos 4-5 minutos.
Agrega la mantequilla derretida a la mezcla de huevos y azúcar y mezcla bien. Agrega la crema de leche y mezcla bien. Agrega los quesos y mezcla hasta que todo esté bien incorporado.
Finalmente, agrega las claras e incorpora con una espátula y movimiento envolvente.
Vierte la mezcla en los moldecitos, cuidando de no llenarlos a más de ¾ partes de su capacidad.
Pon los moldecitos en una bandeja profunda con agua para hornearlos en baño de María.
Hornea por 25-30 minutos, hasta que al introducir un palillo en el medio de los moldes, salga limpio.
Retira del horno y deja enfriar por unos 10 minutos antes de desmoldar.
Introduce un cuchillo de hoja lisa en los bordes de cada molde para facilitar el desmoldado.
Desmolda y sirve frío con un poco de mermelada de guayaba y una ramita de yerbabuena para decorar.