Precalienta el horno a 250°F.
En un mortero, combina los ingredientes para el adobo: páprika, 2 cucharadas de azúcar morena, sal, comino, canela, pimienta negra y hojuelas de pimienta roja.
Seca las costillas de cerdo con toallas de papel, retira la membrana que cubre las costillas por la parte de los huesos y deséchala.
Corta las costillas en 2 mitades.
Colócalas en una bandeja para hornear cubierta de papel de aluminio.
Con el adobo seco, sazona costillas por ambos lados, tan generosamente como puedas por el lado de la carne.
Cubre las costillas con papel de aluminio y haz una especie de sobre. Hornea por 1 ½ hora hasta que el termómetro de carnes marque entre 155˚F-160˚F.
Mientras tanto, en una olla pequeña a fuego medio, agrega el aceite y saltea la cebolla, el cebollín y el ajo, hasta que se marchiten, aproximadamente 5 minutos.
Agrega la pasta de tomate, vinagre, salsa Worcestershire, el resto del azúcar, mostaza, agua y el ron, revuelve y lleva a hervor.
Una vez que hierva, reduce el calor y cocina a fuego lento durante 10 minutos. Reserva.
Precalienta una parrilla de carbón.
Pon las costillas boca abajo en la parrilla, a fuego indirecto y con una brocha, glaséalas con la salsa de ron y mostaza, voltéalas de inmediato y glaséalas abundantemente.
Tapa la parrilla y asa por 5 minutos.