En una olla mediana, pon el agua y el papelón a hervir. Una vez que rompa el hervor y el papelón se haya disuelto completamente, baja el fuego y cocina a fuego lento hasta que el melado tenga consistencia de jarabe, unos 30 minutos. Deja enfriar completamente.
Precalienta el horno a 350F.
Mientras se hace el melado, pela los plátanos y rebánalos como si fueras a freírlos en tajadas.
Cubre una bandeja con papel pergamino y dispón las tajadas de plátano en ellas.
Hornea las tajadas por 20-25 minutos, hasta que comiencen a dorarse. No hace falta voltearlas ni asarlas demasiado. Retira del horno y deja enfriar.
Rebana el queso en tajadas.
Con una brocha de silicón, barniza el fondo de un molde de hornear tortas de 6 pulgadas diámetro con manteca vegetal, y cubre el fondo con una circunferencia de papel pergamino. Rocía el fondo y las paredes del molde con espray para hornear pasteles.
Dispón una capa de tajadas de plátano en el fondo, esparce unas dos cucharadas de melado, y luego pon una capa de queso. Repite hasta terminar con una capa de plátano.
En un tazón bate los huevos con unas 5-6 cucharadas de melado y una pizca de sal.
Con un cuchillo de punta fina y hoja lisa, haz algunas incisiones en la torta y báñala con la mezcla de huevos y papelón.
Pon el molde sobre una bandeja y lleva al horno por 40 minutos o hasta que la torta haya cuajado completamente.
Deja enfriar por lo menos 15 minutos antes de desmoldar.
Para desmoldar, pasa una pequeña espátula por los laterales de la torta, y con una espátula no muy ancha desmolda la torta y ponla en el plato de servir.