La cajita azul de KRAFT Macaroni & Cheese Dinner se rió conmigo en Gristedes, la tienda que me sacaba de apuros cuando vivía en 240 Mercer St y a la que iba a aprovisionarme con sólo cruzar la calle, en pijamas, bien abrigada y con botas para la nieve.
Así fue como, en plena tormenta, KRAFT Macaroni & Cheese Dinner me guiñó el ojo y me dio la posibilidad de comerme algo calientito, y seguir leyendo y escribiendo sin moverme de mi escritorio, en una de esas noches interminables en las que para mantenerme despierta comía y tomaba café negro, tomaba café negro y comía.
Todo el que haya hecho estudios de postgrado en una universidad estadounidense sabe a lo que me refiero: las horas no alcanzan para todo lo que hay que leer y la cantidad de papers que hay que escribir class after class, one deadline after the other.
Dentro de un mes se cumplirán 20 años desde la última vez que me senté en un aula en el campus de Morningside Heights a tomar un examen. Pero al igual que en mis tiempos de Columbia, confieso que a veces no me alcanzan las horas. Con todo lo que me gusta y me relaja cocinar, hay días en los que no logro poner un pie en mi cocina.
Para esos días, en mi casa siempre hay KRAFT Macaroni & Cheese Dinner de los que me aprovisiono en Sam’s Club donde los compro por cajas y al mejor precio, y además tengo un cocinero súper creativo a quien le encanta improvisar y se ocupa de que él y su hermano coman completo. Para muestra: esta cacerola de Mac & Cheese con brócoli, maíz y tocineta.
Aunque apenas cumplirá 14 años el próximo fin de semana, creo que, si fuera por lo que sabe cocinar, se diría que Andrés Ignacio está listo para irse al college. Y es que como no importa cuánto coma, siempre tiene hambre, se las ha arreglado para aprender a cocinar y hoy puedo decir que cocina de verdad.
La que sigue en su receta. Perfecta para esos días en que te provoca comer algo delicioso y nutritivo y no tienes mucho tiempo para cocinar.
Mac & Cheese con brócoli, maíz y tocineta | Ingredientes para 2-4 porciones